14 mayo 2012

Oficios de un odradek [IV]: figurante.

Nunca miras a nadie.
No hay quien distraiga
tu indiferencia.
Tu cuerpo atraviesa sin esfuerzo,
como la luz el aire,
cuanto aquí vive.
Se ha deshecho el mundo
entre el perfil de tu córnea
y el relieve del sueño
que te hipnotiza.
Pronto despertarás,
alzarás la vista
y todo será trágicamente
reconocible;
abrirás la boca
y en tu bostezo asomará
el ciclo petrificado de los días.
Ese que yo quisiera engullir.
Ese en el que no existo.