13 octubre 2012

Oficios de un odradek [VII]: hortelano.

Renuncio a estos órganos.
Renuncio a los ojos, a la lengua,
al sexo, a las manos
-aperos de conde,
frágiles, torpes y atrofiados-
por sembrar
con las atávicas lluvias
que harán mi carne grano,
los restos de mí,
semillas de un yo nuevo
en tus campos.