Una noche despertarás
y mi cara inundará tus ojos.
Sentirás sed,
sacarás los pies de la cama,
de un impulso elevarás tu cuerpo
y del dormitorio a la cocina
recorrerás el pasillo.
(Allí nos cruzaremos.)
Yo estaré
recorriendo otro pasillo,
- nadie sabe a qué distancia -
de otra cocina a otro dormitorio,
doblando mi cuerpo
para entrar en otra cama,
con tu cara inundando mis ojos
y una sed irreparable.