El cielo: qué gran cosa,
a veces metal,
a veces paño,
a veces el lugar
donde los hombres
clavan los ojos
para pedir auxilio,
nada más a veces
que el cielo cubriendo
el horizonte y la ciudad,
la ciudad y las calles,
las calles y las casas,
las casas y las habitaciones
donde los hombres
piden auxilio clavando los ojos
en el cielo: qué gran cosa,
a veces metal,
a veces paño.