Hija mía que aún no has nacido,
desconozco tu nombre
y ya tiemblo de amor y miedo.
Nada puedo mejorar para ti
y tendré poco que ofrecerte.
Todo el veneno del mundo probarás.
Sueñas detenerte
y contemplar mil maravillas,
pero el curso del tiempo te arrastra
envuelta en sus ruinas.
Querrán dominarte,
yo más que nadie,
yo centro de tu ideología,
Yo Dios Rey Amante
y tú crecerás deseando estar sola
maldiciendo mi padre fue un niño
que no entendió la vida.
Hija mía que aún no has nacido.
Hija mía no nazcas.