En esta calle no hay niños,
recuerde:
la lluvia los arrastra
hasta el desierto
y les coloca
sobre la misma tierra
almas de jóvenes
y una corona de gloria.
Ellos serán
los últimos románticos.
Anoche
dos viejos amantes
en las colinas de Nebraska
alucinaron un nuevo mundo,
terso y plano:
un paraíso verde brillante
donde un hombre con sombrero
camina.