Fui al encuentro de tu tacto,
de la cañada del sol
a la vereda del rayo.
Fui al encuentro de tu tacto,
y nuestra piel se hizo humo
y nuestra carne caldo.
puro cartílago
Fui al encuentro de tu tacto,
de la cañada del sol
a la vereda del rayo.
Fui al encuentro de tu tacto,
y nuestra piel se hizo humo
y nuestra carne caldo.